Sabemos que las empresas tienen responsabilidades para con sus diversos públicos, entre los que se encuentra la comunidad, la gente que vive donde esa empresa compite en el mercado. Bien, sabemos que lo que tradicionalmente desarrollan las organizaciones son programas de RSE (Responsabilidad Social Empresaria).
La responsabilidad social de la empresa (iniciativa voluntaria, aclaremos) es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás actores.
Según la revista Fortuna, en el último año el 89% de las empresas argentinas realizaron acciones de RSE.
Lo cierto es que pese a la crisis, la cual podría implicar un abandono de la RSE, el 52% de las compañías asignan un presupuesto determinado para este tipo de acciones, más allá del contexto; y un 43% decide año a año cuánto invertirá en estos fines. “Para el sector empresarial, el entender la RSE como una oportunidad de innovación, de diferenciación, de captación y retención de talento y, por supuesto, como una forma de ganar dinero, es el modelo idóneo para estos tiempos. Los programas de RSE es los que emprendedores como Bill Gates denominan capitalismo creativo: obtener beneficios y mejorar vidas”, dice Maite Arango, vicepresidenta del Consejo de Grupo Vips y miembro profesional de ESADE.
¿Qué es en sí el capitalismo creativo?
Esta idea del capitalismo creativo se fue potenciando en los últimos años por dos motivos principales. Por un lado, son las propias compañías quienes creen que deben involucrarse con la comunidad que los rodea, atendiendo sus necesidades, ya sean educativas, de salud o hasta de empleo. Entre las acciones llevadas a cabo entre 2007 y 2009, las que más crecieron fueron las orientadas a mejorar y crear trabajo, al pasar de un 55% de las compañías que realizaban este tipo de actividades a un 67%. Además, según la investigación de Datos Claros, el 25% de los encuestados cree que las acciones más valoradas de RSE que pueden hacer las empresas son los programas que apuntan al empleo, y ocupó el segundo lugar del ranking. En el primer puesto, con un 37%, están los programas para apoyar la educación.
El segundo de los motivos que potencia la idea de capitalismo creativo, es que la propia comunidad demanda cada día más acciones socialmente responsables a las compañías. Ya no esperan solamente que sus negocios sean transparentes, que respeten las leyes laborales y que su gestión sea responsable como era hace algunos años, sino que exigen que sus actividades no dañen el medio ambiente y que, además, ayuden a los sectores más vulnerables de su entorno.
Para las compañías es beneficioso, ya que genera vínculos fuertes y duraderos con la comunidad, y sobre todo con los consumidores, quienes cada vez más evalúan a las empresas a través del compromiso de éstas.
Una vuelta más
Una de las falencias más importantes que tienen las firmas que realizan acciones de RSE es que fallan a la hora de comunicarlas.Se hace esto a través de frías publicaciones en medios masivos o abultados informes. Pero lo cierto es que a más del 60% de los consumidores no le llega la data. Quizás el problema esté no en los medios sino en el modo, pensé.
Tambien se pueden realizar acciones específicas de RSE utilizando la creatividad. Aquí un gran ejemplo, el de la automotriz Volkswagen en el norte de Europa. Si bien la empresa tiene definido un perfil de RSE, con planes a largo, mediano y corto plazo, realiza acciones puntuales dirigidas a la generación de conciencia, sobre todo en aspectos de cuidado ambiental. Van a ver tres ejemplos de piezas pensadas para internet, en una campaña viral, con un trasfondo de responsabilidad social, teñido de creatividad publicitaria, haciéndose propias técnicas como el marketing de guerrilla para salir a la calle y contactar a la comunidad. Todo filmado para que le llegue a los que no lo vieron. Los ejes de toda la propuesta: salud, seguridad vial, cuidado del medio ambiente. Es sólo cuestión de intentar llegar a un público cada vez más alerta, debido a la contaminación publicitaria que sufre. Y la mejor forma es agarrarlo desprevenid, con una comunicación lo más creativa posible. Eso sí, respaldada por un programa de RSE serio detrás.
Con uds., the fun theory:
La responsabilidad social de la empresa (iniciativa voluntaria, aclaremos) es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás actores.
Según la revista Fortuna, en el último año el 89% de las empresas argentinas realizaron acciones de RSE.
Lo cierto es que pese a la crisis, la cual podría implicar un abandono de la RSE, el 52% de las compañías asignan un presupuesto determinado para este tipo de acciones, más allá del contexto; y un 43% decide año a año cuánto invertirá en estos fines. “Para el sector empresarial, el entender la RSE como una oportunidad de innovación, de diferenciación, de captación y retención de talento y, por supuesto, como una forma de ganar dinero, es el modelo idóneo para estos tiempos. Los programas de RSE es los que emprendedores como Bill Gates denominan capitalismo creativo: obtener beneficios y mejorar vidas”, dice Maite Arango, vicepresidenta del Consejo de Grupo Vips y miembro profesional de ESADE.
¿Qué es en sí el capitalismo creativo?
Esta idea del capitalismo creativo se fue potenciando en los últimos años por dos motivos principales. Por un lado, son las propias compañías quienes creen que deben involucrarse con la comunidad que los rodea, atendiendo sus necesidades, ya sean educativas, de salud o hasta de empleo. Entre las acciones llevadas a cabo entre 2007 y 2009, las que más crecieron fueron las orientadas a mejorar y crear trabajo, al pasar de un 55% de las compañías que realizaban este tipo de actividades a un 67%. Además, según la investigación de Datos Claros, el 25% de los encuestados cree que las acciones más valoradas de RSE que pueden hacer las empresas son los programas que apuntan al empleo, y ocupó el segundo lugar del ranking. En el primer puesto, con un 37%, están los programas para apoyar la educación.
El segundo de los motivos que potencia la idea de capitalismo creativo, es que la propia comunidad demanda cada día más acciones socialmente responsables a las compañías. Ya no esperan solamente que sus negocios sean transparentes, que respeten las leyes laborales y que su gestión sea responsable como era hace algunos años, sino que exigen que sus actividades no dañen el medio ambiente y que, además, ayuden a los sectores más vulnerables de su entorno.
Para las compañías es beneficioso, ya que genera vínculos fuertes y duraderos con la comunidad, y sobre todo con los consumidores, quienes cada vez más evalúan a las empresas a través del compromiso de éstas.
Una vuelta más
Una de las falencias más importantes que tienen las firmas que realizan acciones de RSE es que fallan a la hora de comunicarlas.Se hace esto a través de frías publicaciones en medios masivos o abultados informes. Pero lo cierto es que a más del 60% de los consumidores no le llega la data. Quizás el problema esté no en los medios sino en el modo, pensé.
Tambien se pueden realizar acciones específicas de RSE utilizando la creatividad. Aquí un gran ejemplo, el de la automotriz Volkswagen en el norte de Europa. Si bien la empresa tiene definido un perfil de RSE, con planes a largo, mediano y corto plazo, realiza acciones puntuales dirigidas a la generación de conciencia, sobre todo en aspectos de cuidado ambiental. Van a ver tres ejemplos de piezas pensadas para internet, en una campaña viral, con un trasfondo de responsabilidad social, teñido de creatividad publicitaria, haciéndose propias técnicas como el marketing de guerrilla para salir a la calle y contactar a la comunidad. Todo filmado para que le llegue a los que no lo vieron. Los ejes de toda la propuesta: salud, seguridad vial, cuidado del medio ambiente. Es sólo cuestión de intentar llegar a un público cada vez más alerta, debido a la contaminación publicitaria que sufre. Y la mejor forma es agarrarlo desprevenid, con una comunicación lo más creativa posible. Eso sí, respaldada por un programa de RSE serio detrás.
Con uds., the fun theory:
Hasta el próximo post
Víctor Chirillo
Buppa Comunicación
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