domingo, 21 de noviembre de 2010

Marketing y rebeldía

Sabemos que la relación entre las marcas y la cultura pop es ambigua, y que va desde el odio más extremo encarnado en festivales y eventos antiglobalización hasta la lata de sopas Campbell de Warhol.
Sobre todo si hablamos de música, pronto coincidimos en que hay un coqueteo constante con el marketing. Y es que así como se dice que todo hecho es político, incluso el manifestarse apolítico; el hecho de ser anti-marketing es una postura o estrategia de márketing en sí. Vamos a los ejemplos: El Sr. Reznor (fue cantante de Nine Inch Nails) dejando “sembrados” pendrives con su disco nuevo en el estadio en el cual iba a tocar (en los baños, el césped, las butacas). Artic Monkeys regalando su primer disco (aún sin editar) en la puerta de las universidades, Radiohead con su “In Rainbows”, etc.
Además, Internet, de alguna manera, iguala en difusión y crea oportunidades de negocio antes impensables para los artistas, justificando posturas como estas, indica Damián Coll, creativo digital de OGilvy. 

Quiero ser como ellos: la influencia en la generación Y.

Ayer asistí a la fecha "pop" del Buenos Aires Hot Festival. Vi un arsenal de marcas desplegarse soberbiamente por el predio, entre atracciones freaks y buena música...pero eran bien aceptadas, y en algunos casos hasta demandadas. Claro que ofrecían algún tipo de beneficio, pero la clave no está ahí, sino en la relación con el público de la cultura pop: la generación Y. Cómo son estos jóvenes? Hacen varias cosas al mismo tiempo, usan con intensidad y habilidad las nuevas tecnologías , priorizan su vida y proyectos personales ante todo y consumen, consumen y consumen....y si es vanguardia, mejor. Y si es para sí, aún más, sino vean esta nota sobre narcisismo y generación Y. Como indica Alejandro Brenes Murillo, la Generación Y es el blanco deseado del mercado consumista mundial. Sus patrones de consumo exorbitantes son su principal característica, la cual la hace una generación muy rentable para la mayoría de empresas. Es una generación que no cree en el ahorro y rara vez piensa en el futuro, su principal preocupación es el presente.
Y qué mejor modo de llegar a estos jovenes que con la música? Ellos se ven cegados por los colores brillantes, y quieren ser como esos seres que aparecen por unos minutos arriba del escenario. Un ejemplo es el desfile de looks que se ve en el evento, algo que antes era privativo de las grandes ciudades vinculadas a la moda, como Londres y New York, y hoy sucede (para mí, por suerte) aquí también.

Y las marcas se dieron cuenta de que es hora de apuntar fuerte a los futuros líderes en consumo, una generación volcada a gastar y acumular, aspiracional al extremo, con mucho show off y glam. Y los festivales son el comienzo... todo lo freak esta calculado al detalle por grandes corporaciones que supervisan como estos chicos agarran el queso sin ver la enorme ratonera. Quieren ser como sus ídolos, tener su corte de pelo, usar su ropa, zapatillas, y seguir siendo rebeldes, rebeldes vestidos con marcas de lujo...



ALGUNOS EJEMPLOS DE LA RELACIÓN ENTRE MARCAS Y MUSICA:


Converse - 2009: Artistas varios 



Canon - 2009: Avril Lavigne





Absolut Rock - 2009: Edición especial




Guitar Hero - 2008: Aerosmith


Back Louis Vuitton - 2008: Keith Richards


Apple Ipod - 2006: U2



Y la lista sigue y sigue...


Pero les dejo un bonus track, un comercial de Coca-Cola Australia, con música de Jack White, de los White Stripes, y una estética innovadora para mostrar el lado Coca-cola de la vida:






Hasta el próximo post!
Víctor Chirillo (parte de la Generación Y...si, me es imposible ahorrar)
Buppa comunicación

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